“El día de tu boda es el día más feliz de tu vida, o por lo menos uno de los más felices”. No se quién sea el autor de esa frase, sin embargo es una de las frases que más me ha tocado escuchar cuando alguien está hablando sobre una boda.
Justamente el día de mi boda entendí por qué es tan popular esa frase, y aunque es verdad que no es cierta para todas las parejas que se casan, yo no recuerdo un día en el que haya estado más feliz que ese.
Y quiero contarles uno de los momentos donde me sentí más feliz y emocionado dentro de un día de por si lleno de felicidad.
Esta experiencia la llamamos “el primer encuentro”, para el cual nos fuimos Lety y yo solos, acompañados de nuestra querida amiga Adri, nuestra fotógrafa y los chicos de video, a una parte enmedio del bosque.
Para llegar ahí, tuvimos que ir juntos en el carro, sin embargo, prometimos no vernos, Lety iba con los ojos bien cerrados y yo con un antifaz para no ver nada ni por equivocación.
Ya que llegamos hasta donde podía avanzar el carro, nos bajamos, y sin ver a Lety, me quité el antifaz para caminar. Tenía que buscar una parte muy especial para nuestro primer encuentro. De pronto llegué a esa parte, un camino hermoso rodeado de árboles gigantes, tan altos como edificios, que hacían un arco natural en el camino. Ese definitivamente era el lugar para nuestro primer encuentro. Era un lugar mágico, de película, con el mejor fondo y la mejor luz para las fotos.
Ahí me detuve, y esperé a Lety unos minutos. Cuando llegó se puso espalda con espalda conmigo, pues todavía no era momento de vernos. Tocamos nuestras manos sólo para sentirnos. Después de eso, empezamos a leernos unas cartas que nos habíamos preparado. Ella empezó primero. En cuanto empezó a hablar, empecé a sentir una energía hermosa recorriendo todo mi cuerpo, y las palabras que me dijo me hicieron llorar casi al instante. Luego fue mi turno. Dentro de lo que pude hablar, llorando de felicidad le leí mi carta y al terminar de leérsela, estaba impaciente por voltear y verla.
Cuando llegó ese momento, nos volteamos y nos vimos. Como fotógrafo de bodas, este tipo de encuentros se los recomiendo siempre a los novios. Es algo mucho más íntimo y emocional que ver a tu pareja por primera vez hasta la ceremonia, porque en un primer encuentro tienes total libertad de llorar si así lo quieres y puedes decir lo que tú quieras.
Había visto a novios que al verse por primera vez lloraban, y tenían una reacción realmente sorprendente. Y en ese momento entendí todo.
Ver a Lety vestida de novia fue algo de verdad impactante. Les juro que era la mujer más hermosa del mundo, y no pude contener el llanto. No pude decir nada. Lo único que pude hacer fue abrazarla con todas mis fuerzas y sentirme inmensamente bendecido por Dios, por permitirme coincidir con una persona tan maravillosa como ella. Me sentí inmensamente feliz de estar a punto de casarme por fin con ella más allá de lo civil.
Después de mi primer encuentro con Lety, quiero invitarlos de corazón a hacer eso con sus parejas cuando se casen. Es una de las experiencias más hermosas que he tenido y me encantaría que ustedes sintieran esa felicidad también. Si ya se casaron, los invito a hacerles una carta a sus parejas, pueden agradecerse el tiempo que llevan juntos, y leérselas al final del día.
Les mando un abrazo con mucho cariño! Sean muy felices! ❤️